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CUANDO MOISES SUBIO AL SINAI
Cuando
Moisés subió al Sinaí siguiendo una oveja perdida sobre un arbusto vio: Dos lenguas
de fuego, que a un mismo tronco enlazadas, se aproximaban, y al besarse formaban una sola llama; sin quemarle ni
producir calor solo daban una fuerte luz.
Atento
escuchaba dos notas del laúd, aun tiempo una voz que le pedía que se quitara el
calzado, ya que era santo el espacio en el que se encontraba.
Del
suelo surgían dos jirones de vapor que del piso se levantaban y al llegar a él,
le balanceaban, sobre una nube tan blanca e inmaculada.
Al
escuchar la voz, al ver el arbusto y al sentir que flotaba; dos ideas albergaban
su mente que al tiempo que le confundía le daban confianza en la voz que
escuchaba y la forma en que le hablaba
sobre su futuro.
BIBLIOGRAFIA
Gustavo
Adolfo Bécquer
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