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lunes, 13 de agosto de 2018

ROBAR EN NOMBRE DE DIOS O DE LA LEY

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ROBAR EN NOMBRE DE DIOS O DE LA LEY
Que es lo que se considera como robo, quienes son los que roban, cual es la intención del robo; porque robar no se considera malo para algunas personas y en cambio es un mérito para otros; en tiempos de guerra se permite en tiempos de paz, es malo; pero para los griegos de Esparta robar era parte de su formacion; en la corte de los milagros aprender a robar con estilo era meritorio; Rafles el de las manos de seda   Chucho el roto y el carrizos sabían que robar se hace con estilo.
En la edad media en el renacimiento y en los fines del siglo XX; robar pidiendo en Nombre de Dios se volvió algo bueno para aquellos que ambicionaban poder y riqueza; para los pobres que a través de la religión encontraron su minita de oro; ya como santos y señores de la iglesia; poniendo su iglesia o un santo como aquellos que se colocan en las esquinas y en las avenidas para que los transeúntes depositen sus monedas.
Robar como servidor público; policía, juez o gobernante ha sido la forma en que muchos han logrado favores honores y riquezas; robar en nombre de la ley o en nombre de Dios al débil, al necesitado y al ignorante es tan común en la sociedad que para muchos es inconcebible que el que te cuida física o espiritualmente sea capaz de robarte no solo la riqueza, el porvenir o hasta la vida.
Ciertamente el robo  en nombre de Dios o de la ley no tiene castigo o por lo menos se deja en manos de la justicia  divina o del destino; no es como en la muerte tiene permiso, la triste historia de Carlos Mango o fuente ovejuna; donde la justicia se deja en manos del pueblo; que no espera a la justicia divina sino que es el pueblo quien la toma en sus manos. Y esto es porque parece olvidarse todo el mal que hace un mal pastor o un mal gobernante y se juzga al pueblo o a los sujetos que sorprende tomando justicia por cuenta propia.
Maquiavelo describe al príncipe una serie de sugerencias para que vean como se castiga a un servidor de la corona; Lenin a un servidor público; pero todo queda en ellos como una fuerza que vas más allá del poder del hombre natural y los eleva sobre los dioses; al final los pobres se quedan sin recuperar lo robado; los feligreses se quedan sin la protección divina y Dios separa de los muertos los buenos y a los malos y los que sobreviven disfrutan de las riquezas que dejaron o robaron a los muertos.
Teniendo una placa, un nombramiento o una concesión nos volvemos como dice Chava Flores personajes que pueden robar como mandan las sagradas escrituras. Sangradores de la sociedad para que esta ya sin fuerzas no pueda reclamar.

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