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EL PECADO DE LA MEDIOCRIDAD
Todos de una forma u otra conocemos a personas mediocres a las que
la vida les otorga regalos ¡”sin que ellos los merezcan”, pero ellos están
donde hay y aprenden a engañar a la gente que si trabaja, o se conjuntan en
grupo de falsificantes que se convierten el pervertidores de la justicia.
La amiba se acomoda en un lugar del cuerpo de los seres vivos; y
transforma el medio con el fin de hacerse más fácil la vida para ella y sus congéneres;
pero la garrapata o el piojillo de plantas y animales no; desde larvas o
liendres se plantan en un folículo o en una rama y ahí sobreviven sin moverse
solo perforando la piel y viviendo de lo que llega.
Hablemos de las garrapatas que para mí son los animales más
mediocres de la naturaleza; su pecado está en que se implantan en algún lugar
del cuerpo donde comen duermen defecan y enferman al huésped; esto es son una
molestia.
Así encontramos algunas personas que son como estas garrapatas,
docentes, directores, supervisores; jefes de departamento y demás personas que
se entierran en el cuerpo de los trabajadores de la educación; que de tanto
mentir sobre su trabajo y formacion se vuelven mentirosos habituales y
sobreviven ahí; enterrados, confundidos entre el papel o detrás de las
computadoras chupando del presupuesto y debilitando el cuerpo. Para mantener su
posición pervierten la justicia; confundiendo y demandando formacion y preparación
a los que si trabajan que son los docentes de a pie; a los que les exigen
niveles educativos; diplomas de cursos y cursos que ellos mismos desconocen y
no toman.
Son empleados mediocres que exigen a los demás para que no se
considere su mediocridad; pero ignoran lo básico de ser maestros; inventan
gastos, discriminan y humillan al trabajador; modifican las leyes para que las
mismas estén a su favor; cuanto de ellos carecen de estudios; títulos o
diplomas y solo demanda que el que trabaja; haga lo que ellos son incapaces de
hacer.
Hablan de la ley misma que desconocen o hacen a un lado; toman recursos
del presupuesto; quitando a otros la oportunidad de lograr una posición en base
a su trabajo; explotan y queman al que sabe; y una vez que lo dejan seco lo
desechan; le quitan la palabra al trabajador y solo dicen lo que a ellos les
conviene; se rodean de otros parásitos para que les protejan y no se den cuenta
de que ellos son lo que han enfermado al cuerpo.
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