ESTAR ACTUALIZADO CADA DIA
EL QUE
TRABAJA
Una vez, allá en Ixtapa de la Sal,
durante un periodo de descanso, mientras realizaba algunas lecturas a la sombra
de una palapa; al lado de la cancha de frontenis; me sorprendió un comentario
del Profr. Javier Hinojosa – descansando, haciendo adobes- una vez repuesto de
la sorpresa y comentando por un momento, el proyecto para los talleres de
carrera magisterial; él siguió con su familia y allí me quede pensando.
Es muy cierto que para el que
trabaja, no cesa la actividad; disminuye la presión del momento tiene más
tiempo para dedicarse a las cosas que le llenan de satisfacción o le gustan. Y
hoy no es la excepción, recuerdo en este momento a mi madre; despues de
trabajar toda la semana limpiando edificios, para su entrega en las unidades
habitacionales; al llegar el domingo haciendo las gorditas chicharrón, molcajeteado
la salsa, haciendo puré de papas para sus hijos; calentando agua para bañarse y
que se bañaran sus hijos.
Esa era mi madre que trabajaba 6 días
de la semana y el séptimo lo dedicaba a su siete hijos, les atendía, les
escuchaba y los cuidaba; ella nunca paro de trabajar, lavaba trastes, ropa, su
cocina y al llegar la tarde noche, preparaba el café con leche sus materiales
para entrar el lunes a trabajar y el desayuno para los hijos que iban a la
escuela.
Y es que el trabajo no pesa cuando
sale del alma; no cansa, ni agota, porque siempre hay algo por hacer, así sea
lo más sencillo que sea que invita a laborar;
si bien es cierto que se descansa comiendo, oyendo música, viendo una película,
leyendo o echando la siesta; el que trabaja siempre está construyendo;
elucubrando, proyectando hacia los demás.
En esto tenemos que hay de trabajos
a trabajos; y mientras se desarrolla una labor, en los días o periodos de
descanso se hace otra actividad muy diferente hay quienes siembran el campo,
estudian otra carrera, hacen música; pero siempre tienen lamente trabajando,
siempre están construyendo.
Pero también tenemos la otra cara de
la luna con gente que se la pasa durmiendo, soñando y nunca construye, ni llega
a nada. Aunque se le vea en actividad, lo que aparenta que hace solo es para
pasar el tiempo, por no aburrirse porque su trabajo no tiene sentido, no va
hacia un objetivo; están ahí porque no tienen otro lugar donde están.
En cuanto se presenta la oportunidad borran de su mente lo
aprendido, ignoran lo que les rodea y se encierran en un egoísmo, donde solo
ellas se encuentran y no se comprometen con nada. Estos son los que no trabajan,
pero están esperando una quincena, para su cobro; el año para su aguinaldo.
Viven los años en un puesto parasitando; chupando del presupuesto, aunque nunca
avanzan; porque solo saben estar ahí donde fluye la sangre y solo liban de lo
que les llega.
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