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lunes, 4 de enero de 2016

EL ORGULLO DE SER IGNORANTES

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EL ORGULLO DE SER IGNORANTES
Entre más observo a las personas me vengo a dar cuenta de que están orgullosas de ser ignorantes; primero lo de los ovnis, luego lo del chupacabras y ahora el robo de la nación. Una cosa es navegar con bandera de pendejo y otra cosa es serlo y es que muchos de nosotros como mexicanos no solo somos ignorantes sino que nos sentimos orgullosos de serlo; amamos la televisión, nos alejamos de la cultura y dejamos de lado los compromisos.
La historia aquella que nos habla de os personas que estando en la calle le pregunta una a otra: ¿Qué es peor ser ignorante o indiferente?; y la respuesta que recibe del otro es; ¿no se y me vale madre!
Y es, que a muchos no solo se les deja ser ignorantes sino también indiferentes a lo que pasa en el país. Muchos prefieren una televisión enajenante que adquirir o esforzarse por la cultura de nuestro país; les interesa el ultimo chisme sobre quien se gana la lotería; a quien se le vio el calzón, o una teta en la T.V. y no sobre los libros que se pueden leer o como mejorar su comunidad.
La experiencia  nos ha enseñado que a muy pocos les interesa salir de la ignorancia; es muy cómodo que otros decidan sobre que vamos a vestir, a comer o con quien vamos a dormir; el orgullo al ser enjuiciaos por su ignorancia les invita a decir: Soy ignorante porque nunca desprecié mis orígenes. Nací ignorante, y si Dios quiere, moriré ignorante.
También cuando se trata de apoyar a una persona para que salga de su ignorancia encontramos esta respuesta “Si bien mis padres hicieron un titánico esfuerzo, por cambiar esa condición, yo siempre supe preservar mi rebeldía”. Los padres envían a sus hijos a la escuela primaria y secundaria; para que salgan de su ignorancia; los maestros apoyan a la comunidad; lo que hace que esta se vuelva  una carrera sobrehumana, entre la gnosis y los docentes.
 Lógicamente, la lucha contra la ignorancia no se da de la manera que algunos creen, el docente también es un perdedor enajenado y alineado  ante la economía, ante su propia ignorancia y orgullo; pero  también lo que tiene es base de su obstinación por mejorar su medio y a la sociedad a la que pertenece; si bien es cierto navega contra corriente no obstante, aunque ignore que mérito de lo que hace  para justificar sus logros.
El docente que se prepara lee de uno a dos libros por semana se avergüenza de su ignorancia; prepara sus clases, deja de lado la improvisación; busca la manera de estar permanentemente actualizado; porque hay que aceptarlo: ”No hay ignorantes absolutos, pues esta distopía se dispara a un territorio cuasi místico, y porque no, metafísico,....algo conocemos.
 Pues, el aprendizaje se da desde que nacemos; siempre se nos está enseñando y siempre vamos aprendiendo nos están enseñando acciones, lenguajes, procedimientos, jerarquías, valores, sentimientos, imágenes y toda la secuencia ontológica inherente al ser latino, lo que no nos exime de sentirnos orgullosos de ser ignorantes; pero si nos catapulta a buscar la forma de superar esta ignorancia; haciendo que cada vez se ignore menos sobre algún punto y se tome el valor de nuestra opiniones.
En el cuento de navidad  Mr. Scrooge observa a los pies del fantasma de las navidades presentes dos personajes una que es la necesidad y el otro que es la ignorancia; que son los canceres de la sociedad.
Parafraseando a Umberto Eco  diremos “No importa, quién sea el pastor y quienes las ovejas, lo cierto es que el que elige ser ignorante, no es digno de confianza. También,  es indudable el que nos lleva al matadero, aunque muchos prefieren creer que se trata del paraíso. En fin, esto es de las cosas lindas que tiene la ignorancia.
Pero a pesar de lo orgulloso que se sienta el individuo de ser ignorante, no todo está perdido, en estos gloriosos  tiempos para el que se siente orgullo de ser un ignorante supino (¿A caso será su carma?), porque como nunca, tenemos la mejor excusa; tenemos una reforma educativa, un presidente ignorante, un gobierno improvisado y un gabinete entreguista.
Y todo esto se opina; según de qué lado se esté. Pero como soy de esos  rebeldes incorregibles, que sostienen que la ignorancia es solo mérito propio; y que solo hacen lucir al que es ignorante hasta de su propia ignorancia.
“No entiendo porque alguien querría desmerecer la virtud de la propia ignorancia, si hasta el mismo Sócrates se jactaba de ello”

BIBLIOGRAFIA
http://www.taringa.net/post/apuntes-y-monografias/14179931/El-orgullo-de-un-ignorante-ensayo.html

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