ES UN DERECHO Y OBLIGACION DEL DOCENTE ESTAR ACTUALIZADO CADA DIA
LA AUTORIDAD COMO MEDIO DE SOMETIMIENTO HACIA EL DOCENTE
Iniciemos el artículo preguntándonos: ¿Pueden los docentes trabajar en las escuelas sin autoridades? Desde una perspectiva utópica sabemos que sí; a la vez habrá que empezar a considerar los elementos que han ido dejando constancia de las distintas estructuras autoritarias bajo las cuales la historia de los docentes ha ido atrapando cuerpos y voluntades.
Como bien sabemos la autoridad máxima aparece cuando las personas son incapaces de llegar a acuerdos o no conciben una misma idea que los lleve a un fin semejante; así las estructuras de autoridad, llegan a pensarse como “naturales” e inevitables.
La autoridad para muchos parece consistir en algún tipo de procedimiento de control, sometimiento o dominación de unos docentes sobre otros. Esto es aparece como un control simétrico, una colaboración mutua entre iguales será siempre un estado moralmente superior a la existencia de la autoridad, un estado superior cooperativo del que es capaz el ser humano. Las formas de autoridad sobre los y las docentes expresan hoy, bajo la dominación actual del docente; que en el afán netamente conservador y autoritario (patriarcal) de este régimen de producción neocapitalista.
Actualmente el monopolio del control en una escuela se encuentra en manos de un docente al que se le da el cargo de director o de supervisor este a su vez se basa en caudillajes otorgados por una autoridad y no en aquellos que se ganan por meritos académicos. El sometimiento de los maestros ante una autoridad con poder social, que se ve sometido al uso y abuso del director /supervisor que de manera patriarcal, se ve que y se siente en el mismo sentido en que se poseyeron esclavos y demás medios de producción en la economía antigua,en donde se establecen en las escuelas como en feudos y cotos de poder bajo un regimen o liderazgo que no es el académico. En donde se sabe que someter a la y el docente es someter una fuente de la naturaleza, ponerlo al servicio de una cabeza dirigente y propietaria; que lo que hace, es privatizar los servicios de los docentes. No por un bien académico; sino para contar que den un servicio a su persona y sean parte de su corte.
Una autoridad así, tiende a ser derrocada en algún momento por la gente a la que avasalla, lo que obliga a la autoridad a modificar sus estrategias de sometimiento o a desaparecer
El término sometimiento del docente aquí está siendo reservado para esa especie de control social (propio de la “sociedad civil”) que aún no se ha elevado a la categoría de un control asimétrico auténticamente político, en el cual el docente en su universalidad, y no ya alguna en particular, se somete y se explotado no sólo dentro de la esfera privada p publica.
Así los docentes son sometidos por medio de las autoridades a realizar actividades que van más allá de su función en el aula, con actividades cocurriculares a las que se ven comprometidos de manera “voluntaria” y tienen que realizar en sus días de descanso o en sus horas libres. El hecho es que el mismo que le somete se ve obligado a verificar el cumplimiento de ese compromiso.
Así la autoridad se somete al docente, de la misma manera en que se trata de someter al maestro pues si no existe una cooperación mutua ambos se ven en la misma rutina de tratar de someter o burlas unos a otros.
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