LOS PROPOSITOS EDUCATIVOS Y EL EJERCICIO DE LA FUNCION DIRECTIVA DESDE LA RIEB
En el programa dos mil nueve de la RIEB destaca entre los elementos que señalan el mismo un concepto prioritario y determinante para el progreso del país; este concepto se refiere a la calidad de la educación.
Calidad que de acuerdo al documento mencionado al depende de la gestión educativa y de un nuevo tipo de liderazgo; basado en la convicción personal; que va en relación a la formación valoral del docente , su formación académica y el conocimiento de su labor dentro y fuera de la escuela .
Es así que podemos decir que el director debe es el primero y el más comprometido con mejorar la calidad educativa; todo ello por el doble papel que le corresponde en la trama educativa, que trata de actividades tanto docentes, como administrativas a las que le compromete su función en la escuela. Puesto que las demandas que se plantean a la escuela en la actualidad, demandan del papel del director de un plantel una posición que implica un importante reto profesional, y aún más en el caso de una escuela en la que se depositan fuertes expectativas sociales: como son las promover una educación de carácter más integral con calidad, equidad y pertinencia.
Ciertamente, estas expectativas se depositan también en los y las docentes, pero se exige más de las escuelas, porque, normativamente, una escuela con expectativas amplios con profesionales educativos y con un “buen director” cuenta con más tiempo y recursos para lograr los propósitos de la educación básica, particularmente con alumnos que asisten a escuelas que se ubican en contextos vulnerables y las que presentan bajos resultados de aprovechamiento escolar.
Aunque es delicado hablar del tema mencionaremos rápidamente algunos rasgos de las escuelas donde la gestión educativa es mediocre porque en ella no se cumple con la normatividad que señala que el directivo ha de asumir el liderazgo de la escuela, el manejo de los recursos, la mejora de sus competencias, procurando que los docentes que asisten a la escuela desarrollen actitudes propicias para el trabajo, cumpliendo plan y programas de estudio, evaluando a los educandos y estableciendo procesos de mejora constante a los resultados educativos.
En este sentido, como lo señalan los estudios sobre efectividad escolar, de ENLACE y PISA, el liderazgo del director es necesario para iniciar y mantener el mejoramiento integral de la escuela.
Las estrategias generadas por los directores en las academias de directivos tienen como propósito principal ofrecer al director de una escuela, nuevas rutas de reflexión sobre su práctica diaria planteando preguntas que le orienten en la toma de decisiones para generar un ambiente escolar propicio para el aprendizaje de los alumnos y de los docentes a su cargo; lo que pone al directivo en un papel académico tanto como administrativo.
Existe una gran cantidad de materiales que proponen rutas a los directivos para sus escuelas y tales rutas se proponen como una guía para la elección de posibles escenarios que permitan desarrollar o consolidar un determinado proceso organizativo o técnico-pedagógico en el plantel; sin perder en ello el valor que se da administrativamente al papel del directivo y consolidando su valor dentro de la escuela y la comunidad.
La enseñanza y aprendizaje de estrategias didácticas se ha de privilegiar en los procesos de gestión de aprendizajes para docentes; el desarrollo de planes y programas en los tiempos establecidos y el manejo de estrategias de evaluación e instrumentos de aprendizaje son habilidades que el director debe gestionar entre docentes, padres y alumnos que son los elementos básicos que le permitan a la escuela permitir el acceso de los alumnos a otras áreas de conocimiento; en las cuales el directivo y los docentes con los que comparte su función de aprendizaje en la escuela desarrolla una dialéctica en la cual el aprendizaje del alumno es el discurso central objetivo fundamental del todo proceso.
Si bien, volviendo al tema, se puede considerar que el director ocupa un lugar privilegiado dentro de la organización escolar, es igualmente amplio el nivel de responsabilidad que tiene al dirigir una escuela. Le corresponde, como antes se menciono, convocar a los profesores a cumplir con compromiso su jornada laboral, y asumir un liderazgo académico y administrativo, de forma tal que articule los esfuerzos del colectivo docente hacia el logro de resultados educativos de calidad.
Ahora consideremos que además la función directiva le ubica también como interlocutor con distintos actores: padres de familia, miembros de la comunidad, personal de apoyo de la escuela, equipos de supervisión, autoridades municipales, autoridades educativas estatales y distintos proveedores. Éstas y muchas otras responsabilidades aunadas a lo que implican la gestión, organización y desarrollo de una escuela, hacen de la función directiva una tarea demandante.
Primer curso nacional para directivos de educación primaria.SEP.programa nacional para la actualizacion permanente, México , 2000.
http://basica.sep.gob.mx/tiempocompleto/pdf/Directivos.pdf
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