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martes, 5 de enero de 2010

LA MAESTRA




LA MAESTRA, “UNA MUJER LIBERADA”
Dentro de la clase magisterial, se encuentran espacios donde se dan más posibilidades de la rebeldía pues la mujer que ejerce como docente se ve sometida a una constante de sumisión obligada; por el sexo masculino; el problema que enfrenta la maestra mexicana se ha dado acuenta de la opresión y simulación de la cultura del autoritarismo masculino. Cuando ella trabaja en el aula y cuando ejerce como esposa o madre de familia; se da cuenta de que el problema que enfrenta no es económico, ni político, ni psicológico, ni social; más bien es un problema que se manifiesta como la sumatoria de todos estos.
Como maestros todos nos vemos sometidos bajo la bota del imperialismo, que hoy más que en otros tiempos se deje ver ante el sometimiento de nuestro gobierno; pero en la mujer que trabaja como docente se acentúa la situación.

La mujer, que trabaja como maestra en las escuelas, como reflejo de la sociedad mexicana; aun se encuentra colonizada, funciona como un grupo subordinado a un hombre o grupo de hombres.

Pero el problema no se encuentra en ello; más bien está en la inconsciencia que la maestra tiene de ello y de someterse al capricho del otro que en contra de ella solo por jactarse de su poder además de que los responsables de su explotación, le limitan en el desarrollo de su experiencia profesional y se le encasilla en acciones donde la profesionista se pierde en el rollo de la metafísica cotidiana y se le encierra en actividades no más importante que el cuidado de la casa, los hijos y la compra de objetos. A la mayoría de las maestras que he conocido, se les considera incapaces de aprender lógicas, políticas, ni situaciones culturales; e incluso se les considera seres inferiores humanos de segunda clase.

Esta división de seres humanos es lo que alimenta esta rebeldía lo que conforma un mundo improductivo, por una lucha estéril e inútil, de hombres contra mujeres; de mujeres contra mujeres; porque mientras las relaciones de opresión de unos con otros; derivan en chantajes y venganzas de orden irracional, maniqueado y profundamente desolador.

Copilador:
Félix Mendoza Garduño
Coordinador Académico de Centro de Maestros de Tlalnepantla

1 comentario:

Arturo Niño dijo...

Pues en varias ocasiones yo llege a pensar igual, pero estariamos descartando el papel que tiene la equidad e igualdad de oportunidades para todos los seres humanos. Tambien hay que reconocer que en nuestros ambitos laborales y academicos existen infinidad de mujeres que llevan las riendas de nuestra profesion, aplican las politicas de manera directa y en muchas ocasiones sin miramiento. Nuestra cultutra lamentablemente se pierede en la lucha de los sexos y olvidamos que unidos podemos construir puentes, por eso aprovecho tuespacio para que nos reconciliemos con y conrtra el sistema y busquemos ser felices a pesar de todo, y no lo escribo como un conformista mas, si no como un campañero de lucha de clase que no tolera las injusticias pero lamentablemente tenemos el gobierno que nos merecemos.