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lunes, 4 de enero de 2010
EL DOCENTE COMO INSTRUMENTO DE APOYO IDEOLOGICO
Reconocer el trabajo de los docentes es una de las condiciones básicas para el fortalecimiento de una ideología neoliberalista pues esto da al individuo la posibilidad de sentirse seguros dentro de una sociedad y al mismo tiempo el servicio que este miembro de la sociedad presta se torna en un apoyo social al sistema.
Existen temas que son difíciles de tratar pero veremos con este documento que tanto podremos comentar y ser tan claros y certeros en el tema. La clase media en la cual se inserta el maestro (hecho que empezamos a dudar con eso de carrera magisterial), se encuentra firmemente ligada a la ideología del estado; puesto que la vive y la trasmite por a través de su trabajo cotidiano.
A causa de esto el trabajo del docente sostiene todo el aparato político nacional (aunque últimamente se ha dejado de politizar al maestro); este sigue siendo el instrumento ideológico por medio del cual se detenta el poder de la nación. Bajo la idea de que no existe el progreso sin orden en las escuelas se ejemplifica día a día el movimiento nacional; a manera de lo que expresa Humberto Eco, Guevara Niebla; los humildes pastores son lo que llevan el control del sistema; así que el progreso de los pastores, la estabilidad de los mismos, son el símbolo que detenta la sociedad en su conjunto.
Los políticos mexicanos y los grandes empresarios detentan el control de las masas desde las escuelas; pero encierran a las masas en una esfera destinada a contener todas las fuerzas que empujan hacia fuera. Ya hace medio siglo aproximadamente que estableció que el docente al egresar de la masa; se vuelve una válvula de escape que evita la expansión intempestiva de esas fuerzas. Las malas políticas, el ensordecimiento y la ceguera de algunos dignatarios y miembros de las cúpulas en el poder olvidando las reglas básicas de la vida en sociedad; se olvidan de coordinar los intereses de unos y otros propician el estancamiento social, la pérdida del poder adquisitivo d las masas y cierran las válvulas de escape de los pueblos.
El orden actual de las cosas que clásica a los docentes como maestros de primera, segunda y hasta de tercera; llega al momento en que se empieza a manifestar como hostilidad al docente de pie o de banquillo. El trato hostil a los intereses de la clase que ya no se puede decir media de los docentes en lo económico y en lo laboral; el orden que se tenía se ha transformado, a tal forma que ha perdido su justificación en el orden social. Ya cualquier persona puede ser maestro aunque no sea normalista; ya la normal no es el alma mater de los docentes. Este en si es el momento en que se pierden elementos en relación a las circunstancias y a la utopía docente.
No hay que olvidar que la filosofía contenida en el artículo 3ro constitucional, en la ley general de educación, el acuerdo 499 basa su éxito porque permiten al magisterio desarrollarse sin conflictos ni violencia. Pero todos ellos se refieren a reglas de trabajo que se enseñan en educación básica y Normal. La filosofía contenida en el artículo tercero hace creer a los estudiantes que participan en educación básica que la estructura social mexicana se modifica a través del estudio y la preparación; por eso es fundamental la educación, pero es común encontrarcomo autoridades a personas sin estudios, o con un nivel básico de preparación, o en un campo como el educativo donde desconocen todo proceso de trabajo. El orden social solo es posible mediante la unidad de criterio que se logra mediante el respeto a las ideologías de clase donde no existen docentes de primera, segunda o tercera; sino docentes preparados, depurados y n conciencia del papel que desempeñan; pero este ropaje ideológico se construye con acciones y se manifiesta en hechos.
Un maestro inconforme con su salario, inconforme con el exceso de trabajo administrativo, que se enfrenta a un sistema mal administrado, donde se privilegia a las personas impreparadas para ejercer las funciones que le corresponden desarrollar ante la sociedad y se premia a la mala política; hacen que el maestro de Pie o de Banquillo manifieste una ideología adversa hacia el sistema. Así el docente deja de ser un instrumento de apoyo ideológico y se vuelve un elemento que daña al manifestar su inconformidad, ante las bases, al ser dilapidado públicamente. La sociedad observa a diario la violencia institucionalizada y contiene su furia; la docencia que era la válvula de escape de esta furia contenida se endurece; toda la ficción social del sistema político mexicano, se enfrenta a este hecho y el magisterio dilapidado y con poca credibilidad se entremezcla en este caldo de cultivo; no como catalizador (¿Cómo podría ser?) sino como elemento activo d esta inconformidad. La condición para la mejora esta en establecer un sistema de movilidad social en la cual el maestros sea el primer beneficiado y que de ahí se derive un movimiento que en cascada llegue al pueblo. No por repetir una formula de éxito ya probada sino por buscar la mejora de una sociedad que desde su base ideológica merece ser recuperada.
Copilador Félix Mendoza Garduño Coordinador Académico.
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