El prestigio
del docente tiene sus bases en las evaluaciones de otras personas sobre su
trabajo, en lo histórico de estas evaluaciones en la mitologia y las leyendas
que se forman alrededor de estas opiniones o juicios grupales, Por lo que su
prestigio actualmente se mide al observar las interacciones que el docente
tiene con los alumnos, los padres de familia y con las personas con las que
trata en su diario quehacer.
Si
se desea comparar al docente actual como el docente pasado se puede seleccionar
un pequeño grupo de antiguos profesores que comparen el actuar de los nuevos
docentes; seleccionar a la vez un pequeño grupo de padres de familia y
constatar sus opiniones; colocando a los nuevos docentes dentro de una escala
de 10 dando la más alta calificación al mejor docente y de ahí ir disminuyendo
el valor que se da al trabajo de un pequeño grupo de docentes que se señalan,
además de preguntar los niveles sociales de donde provienen los juzgadores;
para saber de boca de ellos mismos los criterios empleados para juzgar el
trabajo de un docente.
Este
pequeño ejercicio nos servirá para entender porque se dice que los docentes del
pasado fueron mejores en cuanto no han vivido las nuevas experiencias y los
cambios que la sociedad ha sufrido año con año y que obligan a los nuevos
docentes a buscar mejores y mayores estrategias de impacto para lograr el
cometido educativo con sus alumnos.
El
docente ha de cumplir con lo que se espera de él; no como se cumplió hace 20 o
30 años; sino como se debe de cumplir en el presente 2020; en los niveles y con
la calidad de demanda la modernidad y como ya lo menciono Olaf Fuentes M. se ha
de cumplir y aprender sobre la marcha; con errores y aciertos pero sobre la
marcha se han de hacer las correcciones y desarrollar juicios de trabajo
eficientes.
Esto
es lo que hace leyenda y lo que hace que los docentes mantengan su reputación
de educadores y docentes indispensables para el país.
The corzo
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