ESTAR ACTUALIZADO CADA DIA
EL MAESTRO
APASIONADO
GERMAN DEHESA
Al
principio pensé solo tomar algunas frases de esta lectura, pero luego considere
que era un crimen destazar tan excelente documento.
“LA UNICA OBLIGACION DE UN MAESTRO ES CONTAGIAR UNA PASION”
Este
hermoso postulado vino a mi conocimiento a través de un gran escritor y maestro
llamado José Juan Arreola. Hace 40 años me lo dijo y aun creo firmemente que es
la verdad central del magisterio. Con todo y las zarandeadas que me ha dado la vida y la enorme cantidad de
políticos y de asnos televisivos que han comparecido en mi existencia, sigo
pensando que solo digno de ocupar un estrado magisterial aquel que esté
dispuesto a contagiar una pasión. Digamos algo entorno a esta proposición que
podría sonar tan romántica.
Lo
primero que tendremos que hacer es acotar y rescatar de su telenovelero
contexto de “pasión”. Según la cursilería
habitual, la pasión es lo contrario a la razón, al discernimiento y al buen
juicio. Según esto la edulcurada heroína de la televisión (Rosario Robles) nos
explica que se entregó a los brutales instintos de aquel mal hombre porque “la cegó
la pasión” y contra esas pasiones, como contra la base por bolas, no hay defensa. Si eso fuera la
pasión, poco o nada tendría que hacer el buen maestro. Podría, si acaso, dar cursos
de embrutecimiento instantáneo.
Pero en
este concepto de pasión hay un vicio de origen: no es que la pasión ciegue a la razón; es que simplemente no hay razón y
así, la palabra pasión es como una coartada para enfatizar la estupidez
original del supuesto apasionado cuya única pasión legitima es la que
experimenta por la estupidez misma. Queridos maestros, amadas maestras, yo no
estoy hablando de esto.
Busquemos mejor
en zonas más oxigenadas. Leamos en” Muerte sin fin” de José Gorostiza las
siguientes líneas: “Oh, inteligencia, soledad en llamas/que todo lo concibes
sin crearlo” Éstos son para mí los ingredientes de la vocación magisterial: la
inteligencia que al apasionarse por el conocimiento y por su divulgación se
transfigura en una soledad en llamas (¿Han visto a ese hombre en llamas que
pinto Orozco en la cúpula del Hospicio Cabañas?, pues de eso hablo) https://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/fotos.php?nota=804475
No concibo,
colegas queridísimos, a un maestro que no esté apasionado por la vida, por el
cotidiano milagro de un país, por todo lo que concierne a su maestría y por
todo lo que ataña a estos alumnos que lean sido confiados. Si su espíritu vibra
en esa frecuencia, ni siquiera tendrán que preocuparse por contagiar la pasión,
pues esta es naturalmente difusiva. Todo su discernimiento y toda su
inteligencia se pondrán naturalmente al servicio de su generosa pasión pedagógica.
Da lo mismo si se trata de profesores de primaria o secundaria; da lo mismo si
imparten biología ética, gramática o gimnasia. Lean el delicioso y aleccionador
Juan de Mairena de Antonio Machado
para que vean toda la información y toda la formacion que puede impartir un
apasionado maestro de gimnasia.
Solo el
maestro que contagia esta pasión por la inteligencia merece tal nombre, pues
solo así entenderás, querido colega, que ni puedes ni debes sentirte
cumplido con la estricta enseñanza de su
materia. El asunto es más emocionante y
va mas allá; habrás de enseñarles a tus alumnos que con eso que están aprendiendo,
en realidad están adquiriendo una herramienta para cumplir nuestras dos únicas
dignas de la condición humana.
“SER JUSTOS
Y FELICES”
REVISTA EDUCARE/NUEVA EPOCA/año 1 agosto del 2005, Secretaria
de Educación Pública/Subsecretaria de educación Pública.
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