ESTAR ACTUALIZADO CADA DIA
Casi desde
que se entra a la educación básica se considera al diccionario como una obra documental en la cual se consultan palabras o términos que se
encuentran ordenados alfabéticamente. Aunque, es necesario aclarar que en
muchas ocasiones tampoco se entiende lo que significa la respuesta, pero se
copia para salir del atolladero; que ocasiona el no poseer un rico vocabulario
De las palabras o términos que aparece en los
diccionarios se obtiene su “significado, definición, etimología, ortografía”; sin olvidar que para lo que más
se utiliza es para la ortografía; en el caso algún idioma y/o palabra(s) que tratemos de corregir;
al fijar nuestra atención en su pronunciación,
separación silábica y forma gramatical. La información que proporciona
varía según el tipo de diccionario del que se trate; en los diccionarios
escolares la información de mis tiempos de juventud era muy básica; y variaba
conforme se podían consultar diccionarios más grandes y con mayor contenido.
En muchos
casos que acontecían en las escuelas los diccionarios proporcionan el
significado de las palabras, su etimología, su escritura, sinónimo y antónimo;
su conjugación verbal y sus variantes. Actualmente los diccionarios han sufrido
severas modificaciones; pero aún se debe desarrollar con los alumnos el manejo
y uso de la información; conforme a su edad y desarrollo psicológico.
Ahora bien;
el desarrollo del vocabulario en los jóvenes aprendices; puesto que estamos
hablando de una lengua materna o de una segunda lengua; debe ir acorde con las
necesidades comunicativas de las personas; lo que significa que el enfoque
comunicativo que se habrá de emplear ha de mantener una rigidez que permita el desarrollo
mental del sujeto; porque brincar de un tema a otro sin ton ni son (refiriéndonos
al enfoque comunicativo) propicia problemas en la construcción de estructuras
comunicativas entre los que aprenden.
Porque dar
un nombre a las cosas; porque hablar en una lengua, porque problematizar al
alumno con el manejo del lenguaje; reglas ortográficas, gramaticales, antológicas
o prosódicas; cabe suponer que la respuesta se encuentra en la necesidad de que el sujeto aprenda a
comunicarse con los demás.
Ya Víctor Hugo
nos platica en sus texto de nuestra señora de Notre Dame la importancia del
signo; en su libro Saussure; Vygotsky, nos hablan que el significado, el
significante se construyen y se categorizan de manera individual, conforme a
las percepciones personales y que a través del comentario y la interrelación de
los individuos se comparten esos significados y significantes y se van
generando cambios en el pensamiento de las personas.
El manejo de
términos y conceptos permite a las personas construir herramientas mentales,
para tratar de entender al otro y a su vez darse a entender; por esto es que
las comunidades de aprendizaje van y van mejorando sus estrategias
comunicativas y mejores maneras de entender al mundo.
Y aunque es
poca la gente consiente que es en la escuela donde se puede encontrar información
y estrategias para la construcción de un acervo común; y un sistema sistematizado
destinado a servir a la misma escuela en el proceso de la construcción del
conocimiento permanente entre sus alumnos.
Más aun
cuando los docentes alcanzan los niveles comunicativos óptimos comparten con sus aprendices estas
estrategias se establece un sentido comunicativo en el cual los conceptos no se
encierran el pequeñas oraciones, como en los diccionarios sino que se permean
en la actividad contextual donde los sujetos entrelazan experiencias y
construcciones en sabor del desarrollo permanente de la conciencia de aprender
a aprender.
The corzo
No hay comentarios:
Publicar un comentario