ESTAR ACTUALIZADO CADA DÍA
LA EVALUACIÓN
Este
es un fantasma que recorre los espacios sociales en todo el orbe; aunque de
cierta forma en este siglo XXI se concentra en los docentes; obviando políticos,
empresarios, padres de familia y demás integrantes de la sociedad.
Estos
son tiempos de aplicación de mecanismos de evaluación hacia los docentes;
aunque esta habría de rondar también a otros sectores de la sociedad, como son
la administración pública, las empresas y los procesos económicos y no solo a
los docentes; esto como si se pensara que los problemas de corrupción, de
seguridad pública, de narcotráfico y manejo de influencias se solucionaran
atacando al único sector que se ha mantenido estable en este mundo de cambios, que
es el docente.
Ya
en el sector educativo desde muchos años a tras se aplican diversos instrumentos
de evaluación en todos y cada uno de los niveles educativos mismos que tienden
a mejorar el proceso de enseñanza- aprendizaje. Existe por lo tanto una evaluación
diagnostica, continua- permanente y final; misma que se aplica a alumnos e
instituciones. Incluso a la misma Secretaria de Educación Pública.
Pero
evaluar a los docentes si será demasiado complicado porque quien puede avaluar
a los que construyen el conocimiento; porque ello implica evaluar:
·
Procesos
·
Recursos
·
Personas
·
Instrumentos
·
Instituciones y políticas educativas
Es muy cierto, que es mucho más fácil evaluar para mejorar procesos y
resultados; pero el manejo de recursos que no llegan a las escuelas tal como se
puntualiza, el pago a los docentes, la selección del personal docente, el
desarrollo de instrumentación intelectual y la mejora de las instituciones a la
par de las políticas educativas. Y si bien una evaluación de cada sector ofrece
resultados favorables; otra cosa es, cuando se involucra la parte conflictiva
en la cual los actores ven que se afecta su propio estatus, sus bienes y
servicios.
Por lo que para evitar situaciones de amago, violencia y agresiones los
actores deben interrelacionarse propiciando interrelaciones que en su conjunto
den alternativas de solución a los
conflictos; así como recomendaciones de mejora al proceso evaluador.
Una evaluación como la que actualmente se pretende aplicar a los docentes
que viene desde arriba sin consultar a las bases, ni interrelacionarse con el
docente de manera vertical, autoritaria y sobre todo excluyente solo queda en
el discurso y el engaño, de aquellos Judas que por treinta monedas de plata
vende al magisterio del país; porque esta es una evaluación sin flujos de evaluación
horizontal entre iguales y en un acuerdo continuo ni confianza de ambas partes
en los instrumentos con los que se realiza.
Y este es el contexto, en el cual se evalúa al docente en 2015, para luego
salir con que no fue funcional o real el proceso y desvalorar los resultados;
porque al igual que en otras ocasiones no es el magisterio, sino los malos políticos
los que venden o donan las plazas docentes, los que engañan y roban el
presupuesto educativo.
Los que miran desde arriba tienen interés en los recursos pecuarios de las
escuelas, en los espacios geográficos, las ubicaciones para apropiarse de ellas
y explotarlas a su manera capitalista; la evaluación entonces se convierte en
una gran mentira cínica. Los que obedecen
por enajenación o alineación solo se someten y cierran los ojos al engaño,
soportan el látigo del esclavista y tragan su propia mierda; porque saben que
una evaluación que no contribuye a resolver los problemas, a ofrecer alternativas,
a superar las situaciones conflictivas, a dar participación a los actores educativos;
es una evaluación disfrazada que en verdad es un instrumento de represión y
manipuleo por parte del sistema.
La evaluación a los docentes que tanto se menciona provoca desigualdad, discriminación
de los mismos docentes los cual es un manifiesto de una sociedad excluyente y
totalitarista que vienen a ser resultado de la aplicación de un modelo económico
racista. Característico de los países más globalizados que invierten recursos
en la OCDE, en el FMI y en el Banco Mundial.
Como sea; una evaluación que no involucra a todos los actores del proceso
autoridades y docentes; administrativos y docentes de a pie no es una evaluación
determinante; es un engaño, un supuesto que nada más se entrega como si todos
fueran tontos; porque el que engaña cuenta una mentira cínica y el que la
acepta es más cínico o más que tonto.
Como
diría Mónica Tapia “te cae”; por favor no insultes mi inteligencia.
http://ntrzacatecas.com/2014/01/09/quien-evalua-a-los-evaluadores/
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