ESTAR ACTUALIZADO CADA DIA
EL DOCENTE Y SU
SÍNDROME DE MUÑECO
Tengo en mi biblioteca personal desde 1988 en mis manos el libro
de D.S. Girón, el maestro Rural en México. Y como a todos mis libros les he
leído por lo menos dos veces y en esta ocasión, he vuelto a leer el texto el síndrome
de muñeco lo que me obliga a considerar lo siguiente:
Durante años y años los
psicólogos han conocido las dificultades
que enfrenta un docente; la conseja popular y las películas no bajan al docente
de sufrido y estoico; pero actualmente el INEE ha comenzado a preocuparse ante él,
la problemática de su formacion; pero sin llegar a comprometerse y a buscar
modificar de raíz la problemática magisterial.
Tras la aparición en las redes
sociales de las barbaridades en las que se ve inmiscuido el maestro, el ojo crítico de la
sociedad se vuelve hacia él; diríase entonces que lo quieren erradicar; lo
quieren desaparecer porque no encaja en el modelo político que el sistema
demanda.
Se trata, entonces de
comprender que sucede en la formacion
del docente; aun hay quien asegura que la
única intervención en la formacion del maestro se da en la escuela normal
básica y por ende la “armonía
y la perfección” que requiere ser un buen docente (muñequito de
aparador) se da desde la misma
Conforme a lo expuesto por algunos de los sociólogos mexicanos;
un buen número de jóvenes docentes
aprenden en los bares, tabernas o cantinas a estudiar con bastante
aproximación la verdad de los problemas humanos en todas sus variantes
conocidas o por conocer; y es que una vez motivados por el ambiente y el
alcohol que se ingiere; nace la confidencialidad.
Este es el lugar donde se
encuentran muy diversas personas sensibles sin querer serlo a las problemáticas
de los otros; sus palabras, sus miradas aparentemente distantes tienen un
significado algo complicado; para las mentes alineadas y enajenadas al sistema;
pero allí, en es lugar, se puede explicar que la tristeza y el sentimiento de
abandono sienten y saben lo que son; porque es allí done manifiestan sus
sentimientos de abandono y soledad que se traduce en frustración y hasta
desprecio por sí mismos.
Cuando dentro de este espacio e
identifican dos o más profesores; se
inspiran; queriendo esfumar frustraciones y tristezas, con música, cantos y
copas; aunque acaben hablando con melancolía de esta ingrata pero noble
profesión que es la de educador; la cual nunca permite que el portador de la
misma nunca sea él; debido a su predestinación al escoger la profesión que le
infringe el “síndrome de muñeco” que hace que sus sentimientos de alegría,
tristeza, asombro, enojo, el hacer gozar y reír a los otros; el hablar sobre el
conocimiento, los valores patrios, pone palabras en su boca, lo mueve cual
muñeco de ventrílocuo en acciones e imágenes; también le desmenuza y le pone entre
millares iguales a el que cada sexenio responde a un programa, a reformas
educativas y a nuevos modelos educativos; donde se señalan las directrices que
han de seguir los docentes nuevos y viejos. Actualmente es el INEE el que mueve
los hilos que hacen bailar al docente; otros es la SEP o el partido político en
turno.
El síndrome de muñeco es
permisible en el docente el cual constituye la esperanza de la supervivencia de
la democracia en nuestro país; no solo como un modo de vida; sino también como
el único camino para vivir pacíficamente y auto administrarnos; esto es el
docente mantiene el sistema y su permanencia.
El maestro es mercancía de
cambio, el cual tiene diversos hilos para que se mueva cual títere de feria y
su perfecta actuación depende de la calidad del titiritero; el cual nos dice
que el docente debe marchar a la vanguardia y excelencia educativa; pero la
verdadera vanguardia se basa en la miseria que le margina por su sumisión a lo
que el sistema político le demanda; pues aunque la educación nos habla de
libertad en ella se esconde el sentido de esclavitud gracias al imperialismos
que enajena y alinea los docentes; justificando sus genocidios no solo de
normalista, de de docentes sino de otras profesiones o ciudadanos mexicanos.
El titiritero de alguna forma
controla la sangre y el pensamiento del disidente y le obliga a continuar
vegetando; no solo lo niega sino que lo excomulga de los demás; que se ve
desesperado por no poder detener aquella mano fratricida que expande la
ignorancia a culturizando a los otros docentes manteniéndolos bajo su dolorosa
y pestilente bota, consientes y sometidos por temor a ser excomulgados.
Es así que el sistema
político del país hace a unos hombres
poderosos de la noche a la mañana al conjuro de los políticos o de los jerarcas
del país que le enseñan a someter a los otros por su forma entreguista y
rastrera de ser la manera de abusar de ellos y como hacer que se sientan
agradecidos de que ellos hayan abusado de la confianza y la fe en sus personas.
A décadas de la revolución
mexicana el docente no ha hecho nada, se ha dejado mover por el titiritero; y
en cuento puede imita a los tiranos como
director, supervisor o jefe de departamento; arremetiendo contra los docentes.
Tal vez sea por eso que muchos
docentes aprenden a vivir de la educación; de la manera fácil e inútil: esto es
sin experiencia, sin guías, sin metas; por tanto van sin responsabilidades
éticas y profesionales que les hagan responsables y desarrollen en ellos el
sentido de pertenencia; al fin siempre habrá alguien que mueva sus hilos de
muñeco.
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