LA REFORMA EDUCATIVA
Cualquier sociedad en todas partes del mundo tiene exigencias para todos y cada uno de sus miembros. Por eso mismo aquí o allá existen imposiciones que culturizan a los individuos; pero también existen culturas como la mexicana que ofrece un gran potencial de conocimiento para la experiencia del individuo. En México se busca lograr una cultura intelectualizada; aunque los docentes por medio de los programas educativos que tratan de desarrollar en la escuela cumplen estas exigencias; las pruebas PISA y ENLACE dan muestra de lo contrario.
Y aunque es muy cierto que lo docentes han aceptado los controles impuestos por las autoridades educativas para el seguimiento de los cambios impuestos; también es cierto que la mayoría de los alumnos parecen sentir esta imposición, como algo menos que arbitrario; y de ahí que les resulte repugnante atender estos cambios; la sociedad mexicana tradicionalista; no acepta los cambios tan abruptamente como se han ido dando (imponiendo); Olaf Fuentes Molinar en una de sus conferencias menciono; que la reforma era necesaria y aunque no se sabía que se hacía; era necesario moverse; porque así lo exigía el mundo.
La aparición de las reformas se ha presentado como una sucesión de requerimientos imperiosos dictados por una autoridad externa (OCDE) y después como una parte rígida e irracional de su propia existencia que debe ser implícitamente obedecida o peligrosamente desafiada.
Pero cabe mencionar, que la objetividad de la sociedad del conocimiento en la que se ve inmersa la sociedad mexicana impone una demanda que puntualiza que los miembros de esta sociedad deben trabajar para alcanzar un grado de conocimiento que le haga dignos de la apertura en México de una sociedad del conocimiento. Por ello, hay que trabajar para alcanzar algún grado de integración al carácter necesario para figurar como una sociedad del conocimiento mexicana.
Por ello es necesario reconocer que únicamente de manera gradual nuestra cultura cambiará lo suficiente y los responsables del trabajo en el aula que son los docentes establecerán acuerdo con la sociedad; no por medio de imposiciones; ni con desprestigios, ni ataques de los medios de comunicación; sino en conciencia de lo que hay que hacer para que esto de las reformas educativas tenga objetividad. Y aunque esto quede abierto; solo será para seguir creciendo y fortaleciendo en este sentido el origen de una sociedad de cambio permanente.
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