EL MAESTRO Y LA CONDUCTA GRUPAL
Como bien se sabe el alumno además de pertenecer a un ambiente social y cultural dentro de los que nacen y se desarrollan; se unen a grupos de manera voluntaria o no; mismos que basan sus actividades, en creencias o intereses.
Dejando muy en claro que la pertenencia a estos grupos influye en la forma en que los individuos piensan de sí mismos y los que piensan de los otros (ventana de Johaire). Esto nos invita a dejar muy en claro el papel del maestro; cuya función ha de ser introducir al alumno al conocimiento del trabajo en grupo; a la socialización, a compartir ideas, respetar a los demás, trabajar para su grupo, integrarse a el desarrollar el sentido de pertenencia, como elementos básicos.
El alumno debe trabajar a nivel conceptual, procedimental y actitudinal; porque al pertenecer a cualquier grupo ofrece ventajas como el potencial para reunir recursos; conjuntar esfuerzas para el logro de metas comunes e identidad y reconocimiento.
El docente consciente de esto sabe que dentro de cada grupo las actitudes de los integrantes entrañan una imagen superior de su asociación; ayudan al alumno en su desarrollo personal, que ayudan a asegurar la cohesión del grupo. La actitud que se forma o se desea formar viene definida en el perfil de egreso de educación básica.
La situación es que los grupos sociales entre ellos el grupo escolar da recompensas al alumno como son la aceptación, compañerismo y recreación; donde a menudo aprende que estas reacciones propicia espacios para la realización de negociaciones más serias y formales.
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