Hablar de efectividad en educación es enormemente difuso, no es posible elaborar parámetros que delimiten los dinamismos sensibles que pueden determinar ¿Qué es lo que se identifica como efectivo?
Esto en palabras menos rebuscadas significa que no se puede definir si la parte efectiva de la educación está en desarrollar el intelecto o la sensibilidad; se llega a decir que somos seres racionales; o seres sentimentales.
Pero :
¿Qué es efectividad?
En forma sencilla diremos que la efectividad es se habrá de entender como el hecho de cumplir las tareas en un 100%; sin desviaciones en un sentido de precisión.
¿Qué es eficiencia?
Este es el hecho de cumplir con las tareas encomendadas dando o entregando un plus en el servicio; en el cual el que realiza y cumple con las tareas; se compromete en el desarrollo de las mismas de manera más entregada con tiempos y espacios más amplios de trabajo.
Si consideramos que la relación humana conlleva acciones en las que esta presente en mayor o menor grado las sensaciones afectivas, podemos decir que este aspecto necesita constituirse dentro del foco de la atención educativa. En estos términos insistimos que en educación se debe considerar la emotividad en el desarrollo de las tareas lo que hace según algunos de los estudiosos de este tema; que se supere y se convierta el desarrollo de una tarea efectiva se convierta en una tarea desarrollada con eficiencia; en más de un 100%.
En este sentido el trabajo con eficiencia no requiere más que una sonrisa, unas palabras que son: buenos…; por favor; gracias; permiso…; que en sumatoria no son obligatorias pero que añaden un plus a la tarea desarrollada.
La efectividad en el desarrollo de las tareas educativas es una necesidad básica que da calor y color al trabajo realizado, pero es frio y falto de humanidad; la eficiencia en el desarrollo de la tarea hace que el trato con las personas considere un manejo más humano con interés en las necesidades, el respeto a sus diferencias y posibilidades. Por lo tanto la madurez en el desarrollo eficiente de una tarea se ve manifiesta en la eficiencia con que se desarrollo esta tarea; en el equilibrio de las acciones educativas.
La pegunta que surge es la siguiente ¿Será necesario considerar la eficiencia sobre la efectividad en el desarrollo de las tareas educativas?
Obvio es que la respuesta a esa incógnita es positiva; si la eficiencia es la manifestación madura de la efectividad en la realización de las tareas; y si es que estas tareas de cualquier manera se tienen que realizar debido al compromiso moral que se adquiere al considerarse en el ámbito educativo. Entonces la calidad y la calidez con que se desarrolle esta tarea se ha de considerar como parte del proceso al evaluar el servicio.
Cumplir con la función docente demanda determinados aspectos; que muy pocos llegan a realizar. Tal y como se ha establecido; pero la calidez con que se desarrolle la tarea coadyuva a desarrollar en el educando el sentimiento de seguir aprendiendo, de mejorar sus competencias de incluirse en un grupo, de trabajar para el grupo, etc.
Pero la realidad, nos deja en claro que la propuesta avanza lentamente; que la realidad de muchas de nuestras escuelas; no solamente carecen de efectividad, sino que la eficiencia de las mismas deja mucho que desear entre docentes y padres de familia; este conformismos , se ve reflejo en los resultados de los exámenes de ENLACE, en los que aplican los mismos maestros de la escuela que entre dejan ver fallas en:
- La sensibilidad humana
- La efectividad en el desarrollo de planes y programas, en el manejo de materiales, en el manejo de estrategias educativas y procesos de evaluación.
- En el carácter formativo de una escuela para la vida
- En la voluntad de autoridades educativas, de docentes y padres de familia.
- El desarrollo de hábitos, aprendizajes, conductas y competencias para el desarrollo de un trabajo efectivo.
- El desarrollo de valores, conocimiento, manejo y eficiencia en el trabajo escolar, en situaciones docentes, en la currícula,…etc.
Aspecto que son delicados y trascendentes en la vida de las nuevas generaciones de mexicanos que no se pueden seguir omitiendo, pero que hasta el momento muy pocos educadores y autoridades educativas parecen reparar con eficiencia en esta situación.
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