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EL MÉTODO DE LOCI, CASI INFALIBLE PARA
RECORDAR CUALQUIER COSA
¿Existen técnicas mnemotécnicas que nos permitan
memorizarlo todo? Desde luego, la capacidad para procesar datos del cerebro humano es
limitada, pero eso no significa que, siguiendo la metodología adecuada y con un
poco de paciencia, no se puedan utilizar trucos para expandir nuestra memoria
hasta límites impresionantes.
Si alguna vez has investigado sobre el tema, te
habrás dado cuenta de que existen auténticos especialistas en explotar los
recursos de su memoria. Individuos que, habiendo entrenado su mente día a día,
logran reproducir datos con pasmosa facilidad.
En este sentido, el método de loci es una de
las herramientas más útiles.
- Artículo recomendado: "13 estrategias prácticas
para mejorar la memoria"
Memoria basada en
la narración
La educación tradicional que se basa en las clases
magistrales (los profesores hablan, los alumnos callan) se ha basado durante
años en la idea de que los seres humanos almacenamos los recuerdos como piezas
de información que "entran" en nuestro cerebro una a una, por
separado.
Así, en las clases de educación obligatoria ha sido
muy frecuente ver lecciones en las que el maestro o maestra recita los nombres
de una serie de ríos, nombres de reyes o de partes del cuerpo, en el mejor de
los casos añadiéndole a este bombardeo de datos un elemento de musicalidad para
facilitar la memorización.
Sin embargo, actualmente son muchos los
investigadores de la memoria y de las ciencias cognitivas en general que
sostienen una idea radicalmente opuesta: que nos es mucho más fácil
memorizar las cosas cuando las integramos en una narración, algo que ocurre en
un espacio y un tiempo determinados. Una manera de entender la memoria que se
basa en el modo en el que se tendía a recordar las cosas hace miles de años.
La memoria de la tradición oral
Hoy en día la escritura y la facilidad de imprimir
textos hacen que prácticamente todo el mundo disponga de una
"expansión" artificial de su capacidad de recordar cosas. La
escritura es, a la práctica, la posibilidad de crear depósitos de recuerdos a
los que podemos acceder con relativa facilidad cada vez que necesitemos
consultar ciertos datos. Sin embargo, el hecho de que esta herramienta se
fundamente en la existencia de un cierto grado de tecnología (escritura,
imprenta y ordenadores) significa que la humanidad no siempre ha podido
disfrutar de esta segunda memoria compuesta por hojas de papel y sistemas
informáticos.
Sin embargo, muchas civilizaciones llegaron a
prosperar y alcanzaron a tener un conocimiento muy detallado sobre el entorno
en el que vivían, e incluso consiguieron crear leyes, normas y sistemas de
valores y de creencias muy complejos que actuaban como cohesionador social.
¿Cómo era posible que los miembros de estas culturas memorizasen este tipo de
información sin tener un acceso constante a las escrituras? Posiblemente,
esto fue posible a la tradición oral y la mitología. Lo que debía ser
memorizado se explicaba en forma de narración, algo que puede ser visualizado y
relacionado con un entorno fácil de recordar vívidamente.
¿Qué es el método
de loci?
El método de loci es una técnica
para facilitar la memorización cuya creación es atribuida al poeta griego Simónides de Ceos.
El término "loci", que en latín significa
"lugar", da una pista sobre lo que es este método; en él se
relacionan los trozos de información que se quieren memorizar con un entorno
tridimensional que podamos recordar y evocar vívidamente. De este modo, el
método de loci aprovecha la memoria espacial para
"expandir" toda nuestra capacidad para recordar cosas en
general.
Su uso habitual no hace que nuestra memorización
espontánea mejore ni que recordemos muchas cosas que ni siquiera nos hemos
propuesto evocar más tarde, sino que es una herramienta que podemos usar
deliberadamente en momentos puntuales para acumular mucha información y no
olvidarla (sin la ayuda de la escritura). Así pues, puede ser usada como un método de
estudio eficaz: nos permite retener mucha más información para poder
ser recuperada después.
Ubicando recuerdos
en una trama narrativa cualquiera
El hecho de que siguiendo el método de loci
introduzcamos una noción de espacio a nuestros recuerdos hace posible crear
narraciones que nos permitan memorizar fácilmente lo que queremos recordar. Por
ejemplo, si queremos memorizar las principales tareas que hemos de hacer a lo
largo de la semana podemos crear una narración vívida en la que todos estos
elementos estén presentes. Da igual que sea totalmente surrealista y, de
hecho, cuanto más divertida sea más gancho tendrá y más fácil nos será de
recordar. La clave es evocar muchos detalles del espacio o espacios en los que
transcurre la acción, teniendo en cuenta todas las sensaciones que transmite
cada momento: tacto, olor, colores, etc.
De este modo, cada trozo de información que debamos
recordar nos llevará espontáneamente al siguiente: una turba de gente
(representando la reunión a la que debemos asistir el lunes) nos persigue por
la plaza de nuestra ciudad, y nos escondemos de ella en un cajero
(representando los trámites bancarios que hemos de realizar el
miércoles).
En definitiva,
puede que el método de loci no nos permita gozar de un cerebro sobrenatural,
pero desde luego resulta útil en multitud de contextos. Quizás por eso es
utilizado tanto por personas que quieren mejorar su rendimiento de trabajo como
por campeones mundiales de la memorización.
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la memoria humana"
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