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48
LEYES DEL PODER
Existen dos fuerzas universales librando una
antigua batalla. El movimiento ecológico y la globalización, a pesar de haber
traído novedades relevantes, hoy venden la idea de que el progreso sólo ocurre
cuando estamos en armonía con la naturaleza y el mundo. Pero el mundo no está
muy interesado en su propio éxito.
La antigua batalla es descrita en casi todas las mitologías conocidas y
hasta nuestros días sigue vigente y verdadera. Por un lado, el cosmos, la
naturaleza y las leyes universales que rigen todo lo que existe. En el otro
lado estamos nosotros mismos. Cuando Robert Greene escribió “48 leyes del
poder“, su objetivo era listar sistemáticamente cuáles son las estrategias que
se pueden utilizar para imponer la voluntad en contra de un mundo indiferente y
de personas tan egoísta como tú mismo.
Esto es en realidad uno de los conceptos clave de Niccolo Machiavelli
(Nicolás Maquiavelo). La idea de que el destino es guiado por la Fortuna y la
Virtud. Fortuna sería aquello que sucede y sobre lo que no tienes control. Los
“actos de Dios”, el río indomable de la vida. El nombre proviene Fortuna, la
diosa romana de la suerte. A veces una princesa, a veces una perra. En el otro
lado se encuentra la virtud, cuyo nombre hace referencia al antiguo concepto
romano de la Virtud. (No debe confundirse con la distorsión cristiana que se
hizo del mismo). Virtud es prácticamente todo lo que haces a propósito. Cuando
la virtud funciona de modo coherente con los propósitos bien establecidos, se
vuelve idéntica al concepto de Voluntad Verdadera de la Thelema.
Esta es exactamente la misma idea detrás de toda Biblia Satánica,
especialmente el Libro de Satanás. Sin embargo, mientras que la Biblia de Lavey
o el Might is Right tratan de la ley del fuerte de modo emocional e idealista,
las 48 leyes tratan de la metodología racional con la que se debe ejercer ese
mismo poder.
Así que el libro de Greene, aquí resumido, es un conjunto de estrategias
comunes a los hombres que deciden tomar las riendas de su destino y hacer algo
por sí mismos. No es de extrañar que este libro forme parte de la lista de
lecturas obligatorias del Templo de Seth. Son las leyes de los hombres que
Maquiavelo llamaría virtuosos, Lavey llamaría bienaventurados, y nosotros
sensatos.
48 leyes del poder de Robert Greene.
48 leyes del poder de Robert Greene.
LEY N° 1: NUNCA LE HAGA SOMBRA A SU AMO.
Esfuércese siempre por lograr que
quienes están jerárquicamente por encima de usted se sientan cómodos con su
sensación de superioridad. No permita que sus deseos de complacerlos o
impresionarlos lo induzcan a hacer ostentación de sus talentos y de su
capacidad, ya que ello podrá generar un efecto opuesto al deseado, es decir,
inspirar temor e inseguridad en sus superiores. Hágalos aparecer siempre más
brillantes de lo que en realidad son… y accederá a la cumbre del poder.
LEY N° 2: NUNCA CONFÍE DEMASIADO EN SUS AMIGOS;
APRENDA A UTILIZAR A SUS ENEMIGOS.
Desconfié de los amigos; suelen ser
los primeros en traicionarlo, ya que caen fácilmente presa de la envidia.
También suelen convertirse en irrespetuosos y tiranos. En cambio, emplee a
quien haya sido su enemigo, y le será más leal que un amigo, ya que deberá
hacer mayores esfuerzos por demostrar su adhesión. Lo cierto es que usted debe
temer más a sus amigos que a sus enemigos. Si no tiene enemigos, busque la
forma de creárselos.
LEY N° 3: DISIMULE SUS INTENCIONES.
Desconcierte
a la gente y manténgala en la mayor ignorancia posible, sin melar nunca el
propósito de sus acciones. Si no tienen la menor idea de, qué es lo que usted
quiere logran les resultará imposible preparar una defensa. Condúzcalos por el
camino de las falsas suposiciones, envuélvalos en una nube de humo y verá que,
cuando al fin caigan en la cuenta de las verdaderas intenciones de usted, ya
será tarde para ellos.
LEY N° 4: DIGA SIEMPRE MENOS DE LO NECESARIO.
Cuando intente impresionar a la
gente con palabras, tenga en cuenta que cuanto más diga tanto más vulnerable
será y tanto menor control de la situación tendrá. Incluso cuando lo que diga
sea sólo una banalidad, parecerá una idea original si la plantea en forma vaga,
abierta y enigmática. Las personas poderosas impresionan e intimidan por su
parquedad. Cuarto más hable, mayor será el riesgo de decir alguna tontería.
LEY N° 5: CASI TODO DEPENDE DE SU PRESTIGIO; DEFIÉNDALO A MUERTE.
Su renombre y su prestigio
constituyen la piedra angular del poder. Basta el prestigio para intimidar y
ganar. Sin embargo, una vez que decae, usted se tornará vulnerable y 4erá
atacado por todos los flancos. Convierta su prestigio en una fortaleza
inexpugnable. Manténgase alerta frente a cualquier tipo de ataques potenciales
y desbarátelos antes de que se produzcan. Al mismo tiempo, aprenda a destruir a
sus enemigos abriendo brechas en la reputación de ellos. Luego dé un paso al
costado y deje que la opinión pública los crucifique.
LEY N° 6: BUSQUE LLAMAR LA ATENCIÓN A CUALQUIER
PRECIO.
Todo es juzgado por su apariencia;
lo que no se ve no cuenta. Nunca acepte perderse en el anonimato de la multitud
o ser sepultado por el olvido. Ponga toda su fuerza en destacarse. Conviértase
en un imán que concentre la atención de los demás, mostrándose más grande, más
atractivo y más misterioso que la gran masa, tímida y anodina.
LEY N° 7: LOGRE QUE OTROS TRABAJEN POR USTED, PERO
NO DEJE NUNCA DE LLEVARSE LOS LAURELES.
Utilice la inteligencia, los
conocimientos y el trabajo físico de otros para promover su propia causa. Ese
tipo de ayuda no sólo le permitirá ahorrar mucho tiempo y energía, sino que le
conferirá un aura divina de rapidez y eficiencia. A la larga, sus colaboradores
serán olvidados y todos lo recordarán a usted. Nunca haga lo que otros pueden
hacer por usted.
LEY N° 8: HAGA QUE LA GENTE VAYA HACIA USTED Y, DE
SER NECESARIO, UTILICE LA CARNADA MÁS ADECUADA PARA LOGRARLO.
Cuando obligue a otro a actuar, deberá
ser usted quien en todo momento ejerza el control. Siempre es mejor lograr que
su contrincante se acerque a usted y abandone, en este proceso, sus propios
planes. Atráigalo con ganancias fabulosas… y después proceda a atacar. Usted
tiene todos los ases en la mano.
LEY N° 9: GANE A TRAVÉS DE SUS ACCIONES, NUNCA POR
MEDIO DE ARGUMENTOS.
Cualquier triunfo circunstancial que
usted obtenga a través de argumentación verbal en realidad es sólo una victoria
pírrica: el resentimiento y la mala voluntad que así genera son más intensos y
duraderos que cualquier acuerdo momentáneo que haya logrado. Es mucho más
eficaz lograr la coincidencia de otros con usted a través de sus acciones, sin
decir palabra alguna. No explique; demuestre.
LEY N° 10: PELIGRO DE CONTAGIO: EVITE A LOS
PERDEDORES Y LOS DESDICHADOS
La desdicha de los demás puede
conducirlo a la muerte: los estados de ánimo son tan contagiosos y tóxicos como
una enfermedad infecciosa. Aunque sienta que debe tenderle una mano a alguien
que se está hundiendo, lo único que logrará con ello será acelerar su propia
caída. A menudo, los perdedores, son los artífices de su propia desgracia y
terminan por transmitirla a quien quiere ayudarlos. Evítelos y, en cambio,
frecuente a individuos ganadores y felices.
LEY N° 11: HAGA QUE LA GENTE DEPENDA DE USTED.
Para mantener su independencia, es
indispensable que los demás lo quieran y necesiten. Cuanto más confíen y
dependan de usted, tanto más libertad usted tendrá. Haga que la gente dependa
de usted para lograr su felicidad y prosperidad, y no tendrá nada que temer.
Nunca enseñe a los demás lo suficiente como para que puedan arreglárselas sin
su ayuda.
LEY N° 12: PARA DESARMAR A SU VÍCTIMA, UTILICE LA
FRANQUEZA Y LA GENEROSIDAD EN FORMA SELECTIVA.
Un gesto sincero y honesto
compensará docenas de actitudes dictadas por la hipocresía y la falsedad. El
gesto de franca y honesta generosidad hace bajar la guardia aun al individuo
más desconfiado. Una vez que su sinceridad selectiva haya abierto una brecha en
la armadura del otro, podrá manipularlo y embaucarlo a su antojo. Un obsequio
oportuno —especie de caballo de Troya— podrá cumplir el mismo objetivo.
LEY N° 13: CUANDO PIDA AYUDA, NO APELE A LA
COMPASIÓN O A LA GRATITUD. DE LA GENTE, SINO A SU EGOÍSMO
Si necesita recurrir a la ayuda de
un aliado, no se moleste en recordarle el apoyo que usted le dio en el pasado,
o sus buena.; acciones. Lo pasado se ignora se olvida. Si, en cambio, al
formular su pedido de colaboración usted muestra elementos que beneficiarán a
la otra persona y hace gran hincapié en ellos, su contrincante responderá con
entusiasmo a su solicitud, al detectar el beneficio que podría obtener.
LEY N° 14: MUÉSTRESE COMO UN AMIGO PERO ACTÚE COMO
UN ESPÍA.
Es de fundamental importancia
saberlo todo sobre su rival. Utilice espías para reunir información valiosa que
le permita mantener siempre una ventaja sobre él. Y mejor aún: haga usted mismo
de espía. Aprenda a sondear con cuidado a la gente en corteses encuentros
sociales. Formule preguntas indirectas para lograr que el otro revele sus
intenciones y sus debilidades. Toda ocasión es buena para ejercer el arte del
espionaje.
LEY N° 15: APLASTE POR COMPLETO A SU ENEMIGO.
Empezando por Moisés, todos los
grandes líderes de la’ historia sabían que era necesario aplastar por completo
al enemigo al que temían. (En algunas oportunidades aprendieron esta lección a
fuerza de golpes. Si se deja encendida una sola brasa, por muy débil que sea,
siempre se corre el riesgo de que vuelva a desencadenarse un incendio. Se ha
perdido más por una aniquilación a medias que por una exterminación total: el
enemigo se recuperará y buscará venganza. Destrúyalo por completo, no sólo física
sino también espiritualmente.
LEY N° 16: UTILICE LA AUSENCIA PARA INCREMENTAR EL RESPETO Y EL HONOR.
Demasiada oferta reduce el precio:
cuanto más lo vean y oigan, tanto menos necesario lo considerarán los demás. Si
ya ha afirmado su posición dentro de un grupo determinado, un alejamiento
temporario hará que hablen más de usted, e incluso que lo admiren. Deberá
aprender cuándo alejarse. Recuerde que la escasez de un recurso incrementa su
valor.
LEY N° 17: MANTENGA EL SUSPENSO. MANEJE EL ARTE DE
LO IMPREDECIBLE.
El ser humano es hijo del hábito y
tiene una necesidad insaciable de sentirse familiarizado con las actitudes de
quienes lo rodean. Si usted se muestra predecible, confiere a los demás la
sensación de tener cierto control sobre usted. Invierta los papeles: muéstrese
deliberadamente impredecible. Las actitudes que en apariencia carecen de
coherencia o propósito desconcertarán a los demás, que se agotarán tratando de
explicarse sus movimientos y acciones. Llevada a un extremo, esta estrategia
puede intimidar y aterrorizar.
LEY N° 18: NO CONSTRUYA FORTALEZAS PARA PROTEGERSE:
EL AISLAMIENTO ES PELIGROSO.
El mundo es un sitio peligroso y los
enemigos acechan por doquier; todos necesitan protegerse. Una fortaleza se
presenta como la alternativa más segura. Pero el aislamiento lo expone más de
lo que lo protege de los peligros que lo rodean, ya que lo aísla de información
valiosa y lo destaca como un blanco fácil para los demás. Es mucho más seguro
circulan mezclarse entré la gente y buscar aliados. La multitud lo protege de
sus enemigos.
LEY N° 19: SEPA CON QUIÉN ESTÁ TRATANDO: NO OFENDA
A LA PERSONA EQUIVOCADA.
En el mundo hay muchas clases de
personas diferentes, y usted no puede suponer que todos reaccionarán de la
misma manera frente a sus estrategias. Hay ciertas personas que, si usted las
manipula o engaña, pasarán el resto de su vida procurando vengarse. Serán,
desde el momento de la ofensa, lobos con piel de oveja. Elija con cuidado a sus
víctimas y a sus contrincantes, y nunca ofenda o engañe a la persona
equivocada.
LEY N° 20: NO SE COMPROMETA CON NADIE.
Sólo los tontos se apresuran siempre
a tomar partido. No se comprometa con ninguna posición o causa, salvo con la
suya propia. El hecho de mantener su independencia lo convierte en el amo de
los demás. Obtenga beneficios oponiendo a las personas entre sí.
LEY N° 21: FINJA CANDIDEZ PARA ATRAPAR A LOS
CÁNDIDOS: MUÉSTRESE MÁS TONTO QUE SU VÍCTIMA.
A nadie le gusta sentirse más
estúpido que los demás. Por lo tanto, el truco consiste en hacer sentir sagaz e
inteligentes a sus víctimas y, sobre todo, más sagaces e-inteligentes que
usted. Una vez que las haya convencido de esto, nunca sospecharán que usted
tiene motivaciones ocultas contra ellos.
LEY N° 22: UTILICE LA TÁCTICA DE LA CAPITULACIÓN.
TRANSFORME LA DEBILIDAD EN PODER
Cuando usted sea el más débil, nunca
luche simplemente por salvar su honor opte, en cambio, por la capitulación.
Rendirse le dará tiempo para recuperarse, tiempo para atormentar e irritar al
vencedor, tiempo para esperar a que el poder de éste se diluya. No le dé la
satisfacción de luchar y ser vencido por él. Capitule antes de ser derrotado.
Al volver la otra mejilla, enfurecerá y desconcertará a su contrincante.
Convierta la capitulación en un instrumento de poder.
LEY N° 23: CONCENTRE SUS FUERZAS.
Conserve sus fuerzas y su energía
manteniéndolas concentradas en su punto más fuerte. Ganará más descubriendo un
rico yacimiento y explotándolo en profundidad, que pasando de un yacimiento
pobre a otro: la intensidad siempre triunfa sobre la dispersión. Cuando busque
fuentes de poder que puedan promoverlo, procure encontrar siempre el patrón
clave único, la vaca lechera que pueda ordeñar durante largo tiempo.
LEY N° 24: DESEMPEÑE EL PAPEL DE CORTESANO
PERFECTO.
El Cortesano perfecto, adulador e
intrigante, prospera y alcanza su plenitud en un mundo en el cual todo gira en
torno del poder y de la habilidad política. Domina a la perfección el arte de
la oblicuidad. Adula, se somete a sus superiores y reafirma su poder sobre los
demás de la forma más encantadora y graciosamente indirecta y falsa. Aprenda a
aplicar las leyes del cortesano, y su ascenso dentro de la corte no conocerá
límites.
LEY N° 25: PROCURE RECREARSE PERMANENTEMENTE.
No acepte los papeles que la
sociedad le ha endilgado. Fórjese una nueva identidad que atraiga la atención y
nunca aburra al público. Sea el dueño de su propia imagen, en lugar de permitir
que otros la definan por usted. Incorpore elementos dramáticos en sus gestos y
acciones públicas, y su poder se verá reforzado y su personalidad crecerá en
forma asombrosa.
LEY N° 26: MANTENGA SUS MANOS LIMPIAS.
Es necesario que, en todo momento,
usted aparezca como paradigma de la corrección y la eficiencia. Sus manos nunca
se ensuciarán por ilícitos o descuidos. Mantenga esa apariencia impecable,
utilizando a otros como testaferros o pantallas para ocultan cuando sea
necesario, su participación personal en hechos de esta índole.
LEY N° 27: JUEGUE CON LA NECESIDAD DE LA GENTE DE
TENER FE EN ALGO, PARA CONSEGUIR SEGUIDORES INCONDICIONALES.
La gente tiene una necesidad
irrefrenable de creer en algo. Conviértase en el centro focalizador de esa
necesidad, ofreciéndoles una causa o una nueva convicción a la que adherir:
Formúlela en términos vagos pero pletóricos de promesas. Enfatice el entusiasmo
por sobre el pensamiento claro y racional. Dé a sus nuevos discípulos, rituales
que realizar y exíjales sacrificios. Ante la ausencia de una religión
organizada y grandes causas en las que puedan creer, su nuevo sistema de
convicciones le conferirá un poder inaudito.
LEY N° 28: SEA AUDAZ AL ENTRAR EN ACCIÓN.
Si se siente inseguro frente a
determinado curso de acción, nodo intente. Sus dudas y titubeos se transmitirán
a la ejecución del plan. La timidez es sumamente peligrosa; lo mejor es encarar
toda acción con audacia. Cualquier error que usted corneta por ser audaz se
corregirá con facilidad mediante más audacia. Todo el mundo admira al audaz;
nadie honra al timorato.
LEY N° 29: PLANIFIQUE SUS ACCIONES DE PRINCIPIO A
FIN.
Un final brillante constituye el
corolario que da énfasis a todo su accionar. Planifique su camino teniendo en
cuenta todas las consecuencias posibles, todos los obstáculos y todos los giros
del azar que puedan incidir de manera negativa sobre su trabajosa elaboración y
otorgar la gloria a otros. Planificar todo un proceso, de principio a fin,
evitará que lo abrumen los factores negativos y le permitirá saber con
exactitud cuándo detenerse. Maneje la fortuna con cuidado y determine el futuro
planificando a largo plazo.
LEY N° 30: HAGA QUE SUS LOGROS PAREZCAN NO REQUERIR ESFUERZOS.
Su accionar deberá parecer natural y
de fácil ejecución. Toda la práctica y el esfuerzo que usted invierta en él,
así como todas las habilidosas artimañas a las que recurra, deberán permanecer
ocultos. Cuando actúe, hágalo como si la tarea que tiene entre manos fuese algo
de lo más sencillo, como si pudiese hacer todavía mucho más. Evite la tentación
de revelar lo mucho que usted trabaja, pues con ello sólo generará cuestionamientos.
No le enseñe a nadie sus trucos especiales, o los usarán contra usted.
LEY N° 31: CONTROLE LAS OPCIONES: HAGA QUE OTROS
JUEGUEN CON LAS CARTAS QUE USTED REPARTE.
El mejor engaño es aquel que
aparenta ofrecer opciones al otro: sus víctimas sienten que controlan la
situación, pero en realidad no son sino títeres en sus hábiles manos. Presente
opciones que siempre le sean favorables, independientemente de cuál de ellas
elijan los demás. Oblíguelos a optar entre el menor de dos males y logre que
cualquiera de las dos elecciones resulte a favor de usted. Haga que cualquier
alternativa por la que se decidan sus rivales, los perjudique a ellos y lo
beneficie a usted.
LEY N° 32: JUEGUE CON LAS FANTASÍAS DE LA GENTE
Muchas veces se evita la verdad porque
suele ser dura y desagradable. Nunca recurra a la verdad ni a la realidad,
salvo que esté dispuesto a enfrentar la ira que genera la desilusión. La vida
es tan dura y problemática que aquellas personas capaces de inventar ilusiones o conjurar fantasías
son como oasis en el desierto: todos van hacia ellas. Apelar a las fantasías de
las masas es una fuente inmensa de poder.
LEY N° 33: DESCUBRA EL TALÓN DE AQUILES DE LOS
DEMÁS.
Todo individuo tiene un punto débil,
una fisura en la muralla que rodea su fortaleza. Por lo general, esa debilidad
es algo que le causa inseguridad, o una emoción o una necesidad que lo supera.
También puede ser un pequeño placer secreto. Sea lo que fuere, una vez que
usted la haya descubierto esa debilidad se convierte en un elemento de presión
que podrá manejar a su antojo y, por supuesto, siempre a su favor.
LEY N° 34: ACTÚE COMO UN REY PARA SER TRATADO COMO
TAL.
Su forma de actuar determinará cómo
lo tratarán los demás: a la larga, una presencia vulgar o común hará que la
gente le pierda el respeto. Porque un rey se respeta a sí mismo e inspira el
mismo sentimiento en los demás. Al adoptar una actitud de rey, mostrando
confianza en su propio poder, logrará que lo consideren destinado a llevar una
corona real sobre la cabeza.
LEY N° 35: DOMINE EL ARTE DE LA OPORTUNIDAD.
Nunca demuestre tener prisa, ya que
el apuro delata una falta de control sobre el tiempo y sobre su propio
accionar. Muéstrese siempre paciente, como si supiera que, con el tiempo, todos
sus deseos se cumplirán. Conviértase en especialista en el arte de detectar el
momento propicio para cada cosa. Descubra el espíritu de los tiempos actuales y
las tendencias que lo llevarán al poder. Aprenda a mantenerse a la expectativa
cuando el momento propicio no haya llegado, y a golpear con fuerza cuando la
oportunidad le sea propicia.
LEY N° 36: MENOSPRECIE LAS COSAS QUE NO PUEDE OBTENER: IGNORARLAS ES LA MEJOR DE LAS VENGANZAS.
Al prestar atención a un problema
trivial, lo convierte en real y le confiere importancia. Cuanta más atención le
preste’ a un enemigo, más lo fortalecerá. Y, a menudo, un pequeño error se
magnifica en el intento de corregirlo. A veces, lo mejor es dejar ciertas cosas
por completo de lado. Si hay algo que usted desea pero no puede obtener,
menosprécielo. Cuanto menos interés demuestre, mayor será el nivel de
superioridad que verán los demás en usted.
LEY N° 37: ARME ESPECTÁCULOS IMPONENTES.
Una imaginería impactante y gestos
simbólicos grandiosos generan aura de poden ya que ejercen gran atracción sobre
todos. Presente espectáculos imponentes para quienes lo rodean, plenos de
elementos visuales fascinantes y radiantes simbolismos que enfaticen su
presencia. Encandilados por las apariencias, los demás no se darán cuenta de lo
que usted está haciendo en realidad.
LEY N° 38: PIENSE COMO QUIERA, PERO COMPORTESE COMO
LOS DEMÁS.
Si usted hace ostentación de ir
contra la corriente, alardeando acerca de sus ideas poco convencionales y sus
actitudes heterodoxas, la gente pensará que usted sólo desea llamar la atención
y que desprecia a los demás. Encontrarán la forma de castigarlo por hacerlos
sentir inferiores. Es mucho más seguro confundirse con la masa y adoptar un
cierto aire “común”. Limítese a compartir su originalidad con amigos tolerantes
y con aquellas personas de las que está seguro que aprecian su forma de ser
diferente y especial.
LEY N° 39: REVUELVA LAS AGUAS PARA ASEGURARSE UNA
BUENA PESCA.
La ira y las emociones son
estratégicamente contraproducentes. Siempre deberá mantenerse sereno y
objetivo, pero si puede enfurecer a sus enemigos mientras usted conserva la
calma, obtendrá una ventaja decisiva. Desubique a sus enemigos: descubra la
grieta, a través de la cual pueda sacudirlos y manejarlos.
LEY N° 40: MENOSPRECIE LO QUE ES GRATUITO.
Todo lo que es gratuito es
peligroso, ya que por lo general implica alguna treta o un compromiso oculto.
Las cosas que tienen valor valen la pena pagarse. De esta manera, no estará
obligado a gratitud alguna, se verá libre de culpa y evitará fraudes y engaños.
Lo más inteligente es, a menudo, pagar el precio total. Cuando hablamos de
excelencia no hay gangas. Sea generoso con su dinero y hágalo circulan dado que
la generosidad es señal e imán de poder.
LEY N° 41: EVITE IMITAR A LOS GRANDES HOMBRES.
Lo que se produce por primera vez
siempre parece mejor y más original que lo que viene después. Si usted sucede a
un gran hombre o tiene padres célebres, deberá lograr el doble para poder
superar la imagen de ese “modelo”. No se pierda en la sombra de esos “grandes”
ni se quede estancado en un pasado que no es obra suya: encuentre su propia
identidad y reafírmela con su accionar diferente. Elimine a ese padre
dominante, reniegue de su herencia y gane poder a través de sus propios
méritos.
LEY N° 42: MUERTO EL PERRO, SE ACABÓ LA RABIA.
Los problemas suelen tener su origen
en un solo individuo fuerte: el instigador, el subalterno arrogante, el
sembrador de inquinas y resentimientos. Si usted deja espacio para el accionar
de este tipo de individuo, otros sucumbirán a la influencia del personaje. No
espere a que los problemas que él causa se multipliquen, y no trate de negociar
con él, pues es irrecuperable. Neutralice esa influencia, aislándolo o
eliminándolo. Recuerde que, muerto el perro, se acabó la rabia.
LEY N° 43: TRABAJE SOBRE EL CORAZÓN Y LA MENTE DE
LOS DEMÁS.
La coerción provoca una reacción
que, con el tiempo, puede actuar contra usted. Es necesario lograr, mediante
maniobras de seducción, que los demás se muevan en la dirección que usted
desea. Una vez seducida, la persona se convierte en su leal servidor. Y la
forma más eficaz de seducir a alguien, consiste en manejar con habilidad las
flaquezas y la psicología del individuo. Debilite la resistencia del otro a través
de la manipulación de las emociones, jugando con lo que el otro ama y valora, o
lo que teme. Si usted ignora el corazón y la mente de los demás, terminarán
odiándolo.
LEY N° 44: DESARME Y ENFUREZCA CON EL EFECTO
ESPEJO.
El espejo refleja la realidad pero
también es el arma perfecta para el engaño: cuando usted refleja a sus
enemigos, haciendo exactamente lo que hacen ellos, sus rivales no lograrán
deducir su estrategia. El Efecto Espejo los burla y humilla, lo cual los lleva
a reaccionar en forma desmedida. Al poner un espejo frente a su psique, usted
los seduce con la ilusión de que comparte sus valores. Al reflejar sus acciones
en un espejo, les enseña una lección. Son muy pocos los que pueden resistirse
al poder del Efecto Espejo.
LEY N° 45: PREDIQUE LA NECESIDAD DE INTRODUCIR
CAMBIOS, PERO NUNCA MODIFIQUE DEMASIADO A LA VEZ.
En teoría, todo el mundo comprende
la necesidad del cambio, pero en el nivel cotidiano el ser humano es hijo de la
costumbre. Demasiada innovación resulta traumática y conducirá a la rebelión.
Si usted es nuevo en una posición de poder, o un tercero que intenta construir
una base de poder, haga alarde de respetar la forma tradicional de hacer las
cosas. Si se impone un cambio necesario, hágalo aparecer como una leve modificación
positiva del pasado.
LEY N° 46: NUNCA SE MUESTRE DEMASIADO PERFECTO.
Siempre es peligroso mostrarse
superior a los demás, pero lo más peligroso de todo es parecer libre de toda
falla o debilidad. La envidia genera enemigos silenciosos. Lo inteligente es
poner de manifiesto, de vez en cuando, sus defectos y admitir vicios
inofensivos, a fin de desviar la envidia y parecer más humano y accesible. Sólo
los dioses y los muertos pueden parecer perfectos impunemente.
LEY N° 47: NO VAYA MÁS ALLÁ DE SU OBJETIVO
ORIGINAL; AL TRIUNFAR, APRENDA CUÁNDO DETENERSE.
El momento del triunfo es a menudo
el momento de mayor peligro. En el fragor de la victoria, la arrogancia y un
exceso de confianza en sus fuerzas pueden llegar a impulsarlo más allá de la
meta que se había propuesto en un principio, y al ir demasiado lejos serán más
los enemigos que se creará que los que logren vencer. No permita que el éxito
se le suba a la cabeza. No hay nada como la estrategia y la planificación
cuidadosa. Fíjese un objetivo y, cuando lo alcance, deténgase.
LEY N° 48: SEA CAMBIANTE EN SU FORMA.
Al adoptar una forma definida y
tener un plan claro para todo el mundo, usted se convertirá en el blanco de
ataques diversos. En lugar de brindar a sus enemigos algo concreto que atacan
manténgase flexible, adaptable y en movimiento. Acepte el hecho de que nada es
absoluto y de que no existen las leyes fijas. La mejor forma de protegerse es
mantenerse tan fluido y amorfo como el agua. Nunca apueste a la estabilidad ni
a un orden perdurable. Todo cambia.
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