¿CÓMO ASESORAR AL DOCENTE FRENTE A GRUPO Y ACOMPAÑARLE PARA IMPULSAR EL CAMBIO PEDAGÓGICO EN EL AULA?
El desafío del docente que trabaja como asesor de los cursos de la RIEB, de los CBFC de 15 y de 40 horas; esta en encontrar las estrategias de trabajo necesarias para asesorar al docente que trabaja frente a grupo. Un docente ya formado con experiencia de trabaja académico, con diversos saberes y conocimientos. El asesor a parte de considerar estos hechos ha de distinguir aspectos fundamentales como son:
1. Diferencias fundamentales como son la gestión del conocimiento y la gestión escolar. las cuales tienen diferencias que van desde lo obvio hasta las sutilidades que encierra una trato social.
2. la diferencia entre intervención y acompañamiento
3. el incremento de saberes y conocimientos y la mejora del logro educativo
La sociedad mexicana tal como otras las sociedades contemporáneas enfrenta el desafío singular de elevar sus capacidades de generar conocimiento, de adquirirlo y de adaptarlo, de transmitirlo y distribuirlo a la población en su conjunto, de participar en su evolución y de comunicarlo. para el año 1999 Tedesco afirma lo que tanto ha sido la respuesta de la comunidad del conocimiento que señala que:
a. la educación tiene que ser capaz de responder ante los nuevos desafíos de mayor cohesión social, de participación política, de empleabilidad e ingreso al mundo laboral.
b. Entonces Narodowski en el año 2005 desarrolla una propuesta que hace pensar las mejoras del currículo en función de los problemas relativos al mundo del trabajo, de los avances tecnológicos y de la nueva configuración globalizada para atender la formación de identidades conscientes de su singularidad.
Ambas propuestas cierran sus ideas en una sola, preparar a los individuos para el trabajo y el servicio a la sociedad, sea el sujeto debe ser adaptable a la empleabilidad y a las demandas de una sociedad en constante cambio; esto aterriza en una fuerte exigencia que opera sobre la tarea de los docentes en un contexto donde la pérdida de legitimidad de la institución escolar esta en juego a la par del trabajo del docente.
Atendiendo un poco a lo que dice Gilberto Guevara Niebla 1997, Narodowski y Carriego en el 2006 el siglo XX se fue con la legitimidad de la institución escolar como templo del saber debido a que se daba por supuesta la confianza del padre y de la madre en la autoridad escolar y en la figura y la tarea de los maestros. Pues desde los estudios realizados en la de cada de los 90 hasta el año 2010 ya no se puede dar esta suposición y hasta incluso se tienen que rendir cuenta del aprendizaje de los alumnos y del trabajo del docente y su programa. Ahora cuando menos del 70% de los padres confían en las instituciones educativas y la triangulación escuela, padres alumnos se ilegitima los esfuerzos que comprometen a los docentes se intensifican ante las demandas de la sociedad y de las instituciones educativas; cabe preguntarse que tipo de tarea formadora tiende a desarrollar.
Bajo esta perspectiva se ve muy difícil que la escuela pueda asumir sus responsabilidades y responder a nuevas demandas de esta moderna sociedad; si no le es concedido el poder para hacerlo. A su vez, difícilmente pueda recuperar la autoridad y le sea concedida la legitimidad perdida si no se muestra capaz de dar respuestas adecuadas a las demandas de su tiempo. Por qué no proponerse desde la escuela dar los primeros pasos para desconfigurar este razonamiento del tipo "qué es primero, el huevo o la gallina", que sólo favorece la identificación de errores y culpas ajenas y justifica la inamovilidad propia. misma que es producto de la misión que se le ha adjudicado y a la que n todos tienen la respuesta; o no se ha unificado en un solo criterio.
Por esto se puede decir que el trabajo de los asesores se ha de centrar en la construcción de una respuesta de calidad a los requerimientos de un contexto que no le reconoce a priori y le resta autoridad. En la complejidad de un escenario que exige la construcción cotidiana de la legitimidad y la confianza es necesario preguntarse qué procesos deben promoverse, desde la gestión micropolítica de la escuela, para desarrollar una tarea sensata y eficaz, que responda a los parámetros de calidad específicos que se establecen en los proyectos institucionales. Indudablemente, la gestión macropolítica debe acompañar estos procesos y realizar su aporte a través de normas y recursos para generar condiciones adecuadas de interacción y acción de las escuelas en sus entornos específicos.